EP. – River Plate y Boca Juniors jugarán la final de la Copa Libertadores, ya que la Conmebol rechazó una reclamación del Gremio brasileño contra el equipo ‘millonario’ por el ingreso indebido de su entrenador Marcelo Gallardo al vestuario para darle indicaciones a sus futbolistas pese a estar sancionado.
En un fallo largamente esperado, la entidad que regula el fútbol sudamericano mantuvo la victoria de River (2-1) en la vuelta de la eliminatoria de semifinales, pero sancionó a su entrenador.
Gallardo no podrá acceder al estadio en el siguiente partido de Copa Libertadores (la ida de la final ante Boca como visitante) ni comunicarse con su cuerpo técnico, oficiales y jugadores, dijo el fallo firmado por Eduardo Gross Brown, Amarilis Belisario y Cristóbal Valdes. Una vez cumplida esa sanción, Gallardo además afrontará una pena extra de tres partidos, destacó el escrito.
El organismo, además, multó al entrenador de River con 50.000 dólares por haber incumplido una sanción anterior en el encuentro decisivo por las semifinales del torneo.
La decisión del Tribunal de Disciplina de la Conmebol ratifica la primera final entre Boca y River el 10 de noviembre en La Bombonera y la revancha el 24 en el Monumental.
Gremio reclamó los tres puntos del partido disputado el martes en el Arena do Gremio de Porto Alegre por la presencia irregular de Gallardo en los vestuarios durante el entretiempo. «Es una enorme decepción, esta decisión no tiene sustento. La Conmebol se achicó, está cediendo y es condescendiente con actos que fueron practicados contra su propia dignidad», dijo el presidente de Gremio, Romildo Bozan, a una radio local.
Gallardo había sido suspendido un día antes del duelo de vuelta con Gremio y sancionado con una multa de 1.500 dólares por reincidir en el ingreso tardío del equipo al terreno de juego. Después del partido, admitió haberse reunido con sus jugadores en el descanso.
El viernes, Gallardo dijo en una rueda de prensa en Buenos Aires que no quiso desafiar al organismo sudamericano con su conducta. «Fue algo realmente impulsivo, algo sanguíneo», declaró.
River dio la vuelta el resultado en el segundo tiempo y terminó ganando por 2-1, con un gol cuestionado por Gremio y un penalti que el árbitro decretó tras consultar al VAR por una mano en el área.
